caridad Opciones
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El apoyo de cada iglesia Particular es una responsabilidad de los miembros que la componen. El creyente puede ofrendar de muchas maneras, y a muchos lugares, pero nunca debiera de obviar esta responsabilidad principal con su propia iglesia.
El diezmo ha quedado para nosotros como un baremo de lo que ofrendar, no una imposición. Hay momentos en los cuales no nos es posible hacer el diezmo, y otros momentos en los que el diezmo será muy poco. Cada singular ofrende “según haya prosperado”
La práctica de la caridad es lo que nos caracteriza delante de los demás: «Ved como se aman, dicen, dispuestos a sucumbir los unos por los otros». Porque ellos están más admisiblemente dispuestos a matarse. En cuanto al nombre de hermanos con que nosotros nos llamamos, ellos se forman una idea falsa, aunque que entre ellos los nombres de parentesco son únicamente expresiones mentirosas de afecto.
Una de sus primeras manifestaciones se concreta en iniciar al alma en los caminos de la humildad. Cuando sinceramente nos consideramos falta; cuando comprendemos que, sin el auxilio divino, la más débil y flaca de las criaturas sería mejor que nosotros; cuando nos vemos capaces de todos los errores y de todos los horrores; cuando nos sabemos pecadores aunque peleemos con empeño para apartarnos de tantas infidelidades, ¿cómo vamos a pensar mal de los demás?
Os exhorto, hermanos, por la santidad de estas nupcias: amad a esta Iglesia, vivid en tal Iglesia, sed esta Iglesia. Amad al buen Pastor, hombre tan bueno que a nadie engaña y quiere que todos se salven.
No dejéis de hacer el correctamente a todas horas. Era tanto como decirles: no dejéis de practicar la caridad, incluso con los negligentes y que quizá menosprecian lo que acabo de escribiros. Así como ha corregido a los enfermos, no sea que enervados por el ocio se abandonen a la inquietud y a la vana curiosidad, así también advierte ahora a los que están sanos.
Efectivamente, habida cuenta de que generalmente los receptores del diezmo carecían de apriscos y cijas (no obstante se ha escrito esto anteriormente en relación con la Universidad), tanto los picos como los medios corderos y hasta los corderos diezmados podían, aunque no siempre, reducirse a dinero mediante la debida tasación, a la que se llegaba en previo acuerdo entre interesados y ganaderos; en otros muchos casos, Lógicamente, la percepción se hacía en especie y no en fortuna, pues si Bancal un cabrero el que licitaba y en él se remontaba el diezmo, era ordinario que prefiriera el rebaño a su valía crematístico a fin de aumentar su cabaña, al igual que si Cuadro tahonero prefiriera el trigo y el centeno en especie para molerlo y panificarlo en vez de acoger su valor en reales para luego tenerlo que comprar a igual o superior precio.
"los alcazeres que se venden y se tasan o ajustan a grano, se pagan en grano su diezmo; los que se ajustan a caudal se pagan a fortuna, y se juntan a las rastras de rubia" (Lugar de Santo Miguel).
El poder del texto bíblico de esperanza y Seguridad: fortaleciendo nuestra confianza en tiempos difíciles
Este breve mandato se te ha poliedro de una tiempo para siempre: Gobernante y haz lo que quieras; si te callas, calla por simpatía; si hablas, acento por amor; si corriges, corrige por aprecio; si perdonas, perdona por aprecio; ten la raíz del apego en el fondo de tu corazón: de esta raíz solamente puede salir lo que es bueno (Santo AGUSTÍN, Coment. a la 1a Epístola de S. Juan, 7).
Desde una perspectiva filosófica, la caridad igualmente se relaciona con la idea de Neutralidad social. Implica guerrear por la igualdad, la dignidad y los derechos de todas las personas, especialmente de aquellas que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad o desventaja.
En cuanto a la ofrenda, se nos anima a topar de forma generosa y abundante. 2 Corintios 9:7 nos dice que cada unidad debe acertar según lo haya decidido en su corazón, no de mala apetito o por obligación, pero que “Alá ama al dador alegre”.
Debemos, pues, corregir por amor; no con deseos de hacer daño, sino con la cariñosa intención de ganar su reforma. Si así lo hacemos, cumpliremos muy admisiblemente el precepto.
Teniendo un deseo inmenso del crucifixión, acudí a las cartas de Santo Pablo, para tratar de hallar una respuesta. Mis ojos dieron casualmente con los capítulos doce y trece de la primera carta a los Corintios, see it here y en el primero de ellos leí que no todos pueden ser al mismo tiempo apóstoles, profetas y doctores, que la Iglesia consta de diversos miembros y que el abertura no puede ser al mismo tiempo mano. Una respuesta correctamente clara, ciertamente, pero no suficiente para satisfacer mis deseos y darme paz.